¿Qué es lo que necesito?
Estoy bloqueada, saturada. Demasiada información a la vez. Unos de aquí, otros de allá, pero, ¿y yo? Me necesito a mí misma. Necesito saltar de un puente y gritar. Gritar hasta quedarme sin ni tan siguiera un susurro.
Quizá el problema esté a cuatro calles, aunque no lo quiera reconocer y piense que esos callejones ya no significan nada. Es más, quizá, lo que necesito, es salir de aquí; insisto. Encontrarme con algo o con alguien con quien poder conversar con la mirada, sin necesidad de construir palabras porque, recuerdo: después de haber gritado estaré sin aliento. Aun lo mantengo, aunque no sé por cuánto más tiempo.
Si grito al aire y agoto este último suspiro que me queda no habrá nada más. Quedará ahogado en la soledad. Me quedaré ahí, sola, sin alma, con la mirada fija en el infinito y muerta por dentro, esperando a que alguien me reviva. Mientras tanto estaré muerta por dentro. Nadie oirá mi grito, porque por mucho que grite, por muy alto que lo haga y el sonido se expanda por todo el mundo, esas ondas no llegarán a nadie. Nadie lo conseguirá. Quizá haya tantos gritos que el mío quede en el silencio. Ya me he hecho a la idea. Nadie lo hará.
Enamorado (capítulo 9, parte 2)
Hace 14 años